Pornografía ambiente explora el solipsismo sexual del hombre en su relación con las mujeres. El solipsismo es la creencia según la cual uno sólo puede estar seguro de la existencia de su propia mente. De esta forma de escepticismo se desprende la inquietante posibilidad de tratar algunas cosas como personas y tratar a algunas personas como cosas. El feminismo contemporáneo (Catharine MacKinnon, Martha Nussbaum, Rae Langton) conceptualiza el trato de imágenes pornográficas como personas y el trato de la mujer como objeto sexual en términos de un solipsismo de carácter explícitamente sexual.
La objetivación de la mujer involucra tratarla en función de su cuerpo (o una parte del mismo), como algo intercambiable/reemplazable y por lo tanto consumible, como propiedad, como inerte y carente de auto-determinación, como algo que se puede dañar o destruir, como instrumento para propósitos propios, como alguien cuyos sentimientos o experiencias no cuentan, y como muda o carente de la posibilidad de expresarse.
Pornografía ambiente explora estos mecanismos de objetivación sexual que el hombre impone sobre la mujer, y hace evidente cómo dicho proceso resulta en la propia objetivación del hombre.